Montejo Porcelanosa Showroom
Pamplona, Navarre, 2021
The assignment seemed like a losing battle. The nature of the original exhibition did not invite optimism, due to the type or the enormous diversity of products to be exhibited. In addition, the idea was to carry out a complete renovation of the complicated premises without interrupting the activity at any time.
An L-shaped concrete mezzanine strangles and mortgages the possible attractiveness of an open-plan industrial building, consisting of an orderly succession of metal frames of variable cross-section. It was not feasible to demolish this mezzanine with the store open to the public and the offices it houses at full capacity. On the other hand, it was soon realized that it was advisable to define the space in order to avoid the corridor effect and to alleviate the feeling of enclosure that could be generated by the progressive depth of the building, which could only be extended towards the back. The result of this equation gave rise to a sequence of differentiated spaces, consisting of an imposing entrance area and three large halls associated with different product families, which completely camouflages the position of the unwelcome mezzanine and facilitates phased execution.
The modulation of the section is based on a lower strip that builds a virtual ceiling, of domestic height, which helps to delimit and recognize traditional kitchen and bathroom environments in an open and diaphanous space. This area is continuous, unaffected by the compartmentalization of the living rooms, and is characterized by an absolute submission to the 120x120 cm. format of the ceramic floor that organizes the whole. The apparent naturalness with which the very different dimensional requirements of all the exhibits fit into the grid contrasts, of course, with the conscientious effort that made the agreement possible. Nor was it easy to overcome the property’s resistance to freeing up space and convincing them of the benefits of distance and emptiness as a commercial attraction, as opposed to the deep-rooted habit of occupying all available land. In this sense, the modulation allows to maintain at any point extensive open views that, supported by natural light, abound in the pursued sensation of walking through a semi-outdoor space.
Paradoxically, the original store was black and the ceilings were low from the mezzanine onwards. The funnel effect was evident. As mentioned, the project makes open ceilings and the optimization of natural overhead light its raison d’être. The sun bathes the rooms and helps to generate a warm environment that mitigates the coldness of the product. With the same purpose, the organic component is also very present in the multitude of plants that punctuate the exhibition. Likewise, oak wood is used to support and frame the different environments and displays. In these decorations, whose design is entrusted to the interior designers of the house and is regularly updated to meet the latest trends, the abusive use of ceramics that pretend to imitate wood distorts the discourse and dilutes the intended contrast with the continent. It is a fashion and it will pass.
Architects:
Iñigo Beguiristáin
Collaborators:
Amaia Lumbreras, Irene Almarcegui, Sara Dorregaray
Consultants:
Marc Buxo (Quantity Surveyor), Eduardo Ozcoidi (Structure),
Naven (System)
Builder:
Pablo García e hijos
Photography:
Iñaki Bergera
Exposición Montejo Porcelanosa
Pamplona, Navarra, 2021
El encargo parecía una batalla perdida. No invitaba al optimismo la naturaleza de la exposición original, por el tipo o la enorme diversidad de productos a exponer. Se pretendía, además, una reforma integral en un local complicado sin interrumpir en ningún momento la actividad.
Una entreplanta de hormigón en forma de L estrangula e hipoteca el posible atractivo de una nave industrial diáfana, constituida por una sucesión ordenada de pórticos metálicos de sección variable. No era viable el deseable derribo de este entrepiso con la tienda abierta al público y las oficinas que alberga a pleno rendimiento. Por otro lado, enseguida se advirtió la conveniencia de pautar el espacio para evitar el efecto pasillo y aliviar la sensación de enclaustramiento que podía generar la progresiva profundidad de la nave, que solo se podía ampliar hacia el fondo. El resultado de esta ecuación dio lugar a una secuencia de espacios diferenciados, consistente en una zona de entrada imponente y tres grandes salones asociados a distintas familias de producto, que camufla absolutamente la posición de la inoportuna entreplanta y facilita la ejecución por fases
La modulación de la sección se basa en una franja inferior que construye un techo virtual, de altura doméstica, que ayuda a acotar y reconocer ambientes tradicionales de cocina y baño en un espacio abierto y diáfano. Este ámbito es contínuo, no se ve afectado por la compartimentación de los salones, y se caracteriza por un sometimiento absoluto al formato 120x120 cm. del suelo cerámico que ordena el conjunto. La aparente naturalidad con la que encajan en la retícula los muy diferentes requerimientos dimensionales de todo lo expuesto contrasta, claro está, con el concienzudo esfuerzo que hizo posible el acuerdo. Tampoco fue fácil doblegar la resistencia de la propiedad a liberar espacios y convencer de las bondades de la distancia y el vacío como reclamo comercial, frente al arraigado hábito de ocupar todo suelo disponible. En este sentido, la modulación permite mantener en cualquier punto extensas visuales abiertas que, apoyadas en la luz natural, abundan en la perseguida sensación de recorrer un espacio semiexterior.
Paradójicamente, la tienda original era negra y los techos bajos a partir de la entreplanta. El efecto embudo era evidente. Como se ha dicho, el proyecto hace de los techos abiertos y la optimización de la luz natural cenital su razón de ser. El sol baña las salas y ayuda a generar un entorno cálido que mitiga la frialdad del producto. Con la misma finalidad, la componente orgánica también está muy presente el la multitud de plantas que jalonan la exposición. Igualmente, se emplea madera de roble para apoyar y enmarcar los diferentes ambientes y expositores. En esos decorados, cuyo diseño se confía a los interioristas de la casa y se actualiza regularmente para atender las últimas tendencias, el empleo abusivo de cerámicas que pretenden imitar la madera desvirtúa el discurso y diluye el pretendido contraste con el continente. Es una moda y pasará.
Arquitectos:
Iñigo Beguiristáin
Colaboradoras:
Amaia Lumbreras, Irene Almarcegui, Sara Dorregaray
Consultores:
Marc Buxo (Arquitecto técnico), Eduardo Ozcoidi (Estructura),
Naven (Instalaciones)
Constructor:
Pablo García e hijos
Fotografía:
Iñaki Bergera